Ciencia y pasteurización: transformación quesera a través de las políticas públicas
Parte 2 Por Faridy Bujaidar Eloísa, de 60 años, creció viendo a su padre Roberto Acosta recorrer los caminos desde la Hacienda de Dolores hasta la ciudad de Jiménez (Chihuahua) en bicicleta, transportando la leche obtenida de sus vacas para su venta. Tras el fallecimiento de su madre en la década de 1990, Eloísa asumió un rol más activo en el negocio familiar, acompañada por sus hermanos Darío y Alfredo. Durante aquellos años, recorrían las calles a bordo de una camioneta, ofreciendo leche depositada en baldes lecheros. La demanda creciente los llevó a adquirir leche de diversas localidades, como Jacobo, la Hacienda de Dolores, el Triunfo y Las Playas, para abastecer el mercado en la cabecera municipal. Fotografía 1 . Camioneta de Alfredo, utilizada para trasladar leche, alfalfa y demás. Autoría propia. Con la muerte de su padre, los hermanos tomaron la dirección del negocio, vendiendo leche a distintas empresas que transformaban la leche en leche evaporada. Sin embargo, los comp...