Conocimiento y comunidad en la Primera Feria del Maíz en El Majoy
Por Faridy Bujaidar.
Visité el Majoy, localidad del
municipio de Chínipas ubicada en los límites de Chihuahua que colindan con el
estado de Sonora. Acompañada del Dr. Adolfo Rebolledo (o Fito), partimos desde
la capital del edo. Fito es doctor en ecología tropical
por la Universidad Veracruzana, y se desempeñó cuatro años como profesor en la
Universidad del Bienestar de San Rafael, Urique, en la sierra de Chihuahua.
El motivo del viaje fue asistir a la Primera Feria del
Maíz, evento gestionado a partir de la relación de Fito con Ubaldo Jiménez
Moreno, estudiante de la Licenciatura en Ingeniería Ambiental para la Sustentabilidad,
originario de El Majoy, localidad warijö enclavada entre los límites de la
sierra de Chihuahua y Sonora. Las convicciones políticas de Fito por generar
conocimiento en diálogo con los pobladores, sumadas a las iniciativas de Ubaldo
por conocer sobre su comunidad desde un paradigma científico, posibilitaron la
creación de este evento y generar otras acciones para construir conocimientos
bioculturales sobre el Majoy, en este caso, sobre el maíz.
Fotografía 1. Muestra de maíces en El Majoy, de Efrén Hernández Torres.
Autoría: F. Bujaidar.
En el camino, Fito y yo hicimos escala en San Rafael,
Urique, y una nevada nos atrapó postergando nuestro viaje un día completo. Al
día siguiente, llenos de incertidumbre sobre si llegaríamos o no a nuestro
destino, nos dedicamos a caminar por el pueblo y esperar que mejorara el clima.
La mañana siguiente fue soleada, así que nos alistamos rápidamente, esperamos
un poco a que el sol derritiera la nieve de la carretera y salimos rumbo a El
Majoy: en el trayecto desde la capital sumamos alrededor de doce horas entre
carretera y terracería.
Fotografía 2. Madre e hijo
caminando durante la nevada en San Rafael, Urique.
Autoría: F. Bujaidar.
Fotografía 3. “El profe” antes del evento. Del techo cuelgan trozos de carne para su secado.
Autoría: F. Bujaidar.
La
Primera Feria del Maíz en el Majoy se realizó el 1 de febrero de 2022,
asistimos alrededor de cincuenta personas entre mujeres, hombres, niños y
niñas, y adultos mayores. El evento fue también un encuentro interétnico donde
los warijö fueron los principales actores, como una forma de reivindicación de
su cultura. Don Belem, líder warijö[1] inició con el saludo de la
cruz, una ceremonia para bendecir el evento, después Ubaldo y Chon (cuñado de
Ubaldo), dirigieron unas palabras de bienvenida para los presentes y una breve
explicación sobre la dinámica de la feria.
Fotografía 4. La casa de
Ubaldo y Arily fue cede de la Primera Feria del Maíz en El Majoy.
Participaron doce personas con muestras de maíz criollo que ellas mismas cosecharon. Había maíces conocidos como “blancos”, “blandos”, “azules”, “rojos”, “pintos”, cuyos nombres derivan principalmente de la observación de sus colores y texturas (por ejemplo, el maíz blando es conocido así por la suavidad de sus granos)[2].
La diversidad biológica de estos maíces se desprende,
entre otras cosas, de patrones culturales y sistemas agroecológicos
tradicionales desarrollados por prácticas productivas que tienen que ver con
formas sociales de percibir, conocer y aprovechar el entorno ecológico; esta
estrategia productiva provee alimentos y otros insumos básicos de la población,
generando también una gran diversidad de especies, razas y adaptaciones locales
particulares
La construcción de conocimiento sobre
los maíces de El Majoy consistió en reflexionar desde un paradigma transdiscipliario
para comprender con mayor profundidad sobre el maíz, el entorno ecológico donde
se desarrolla y las formas en que la comunidad se relaciona con él, y así poder
contribuir a sus formas de uso y aprovechamiento. Por un lado, la percepción de
los pobladores les permite evaluar, accionar e interactuar con el maíz y
aprovecharlo para su subsistencia: lo sienten, desarrollan sus memorias en relación
con el maíz, y otorgan sentidos, significados y valores a diferentes aspectos
de sus vidas, y en esta interacción gestan sus formas de conocer y relacionarse
con él significándolo a través de sus necesidades
Fotografía 5. Expositores de maíz.
Autoría: F. Bujaidar.
Además
de exponer sus maíces, los asistentes prepararon una muestra gastronómica de
alimentos a base de maíz: hubo atole, tamales, pipitorias de maíz inflado,
coricos (que son una especie de galleta elaborada a partir de harina de maíz) y
pozole. Cabe destacar que la transformación del maíz en alimento generalmente
depende de las manos de las mujeres, y en esta feria del maíz no fue la
excepción. Cuando finalizó la feria, algunas de las mujeres que viven en El
Majoy me hablaron sobre cómo usan cada maíz en la cocina, ya que este es un
elemento de gran importancia en la constitución de la gastronomía local.
Fotografía 6. Doña Adelita,
madre de Ubaldo, acompañada de La Pitufa.
Autoría: F. Bujaidar.
El maíz blando es uno de
los maíces favoritos para las pobladoras de El Majoy, ya que su suavidad lo
vuelve de fácil procesamiento; con él se preparan pipitorias, harinillas y los
coricos. Las mujeres de El Majoy toman en cuenta el color del maíz para que la
comida que preparan con él sea más estética y luzca más apetitosa. Por
mencionar un ejemplo, aunque el maíz azul gusta mucho por su sabor y textura, no es usado para los tamales porque se ven feos y poco apetitosos.
Fotografía 7. Mujeres de El Majoy que asistieron a la Primera Feria del Maíz.
Autoría: F. Bujaidar.
Pero ¿Cuál es la importancia de este tipo de eventos?
Según Ubaldo y el Dr. Adolfo (o “el profe”), la feria del maíz se realizó con
el propósito de conocer los maíces de la comunidad y socializar diversos usos y
nombres locales; intercambiar saberes y crear un banco de germoplasma para
salvaguardar las semillas nativas para la preservación y promoción de la
memoria biocultural de los miembros de la localidad sobre los usos y saberes
sobre el maíz. Además, estos saberes serán complementados con las
clasificaciones científicas que distinguen variedades a partir de un fenotipo
basado en la observación del color, tamaño, y el entorno ecológico (clima,
vegetación y tipo de suelo).
Fotografía 8. Sobrina de Ubaldo y Ubaldo haciendo preparaciones para la Feria del Maíz.
Autoría: F. Bujaidar.
Y es que, la selección humana de especies biológicas
constituye una forma de domesticación que modifica un sinnúmero de animales y
vegetales aprovechadas en la vida cotidiana. Particularmente la domesticación
del maíz es una muestra de gran importancia sobre la selección y modificación
humana de un recurso natural a través del tiempo. Se calcula que este proceso
de selección inició desde hace más de seis mil años (cuyo ancestro silvestre es
centralmente el teocintle)
Esta interacción del ser humano con el maíz nos ha
dado un sinnúmero de variedades que se diferencian por sus formas, colores,
texturas y formas de adaptación en el medio ambiente
La
realización de este tipo de eventos y su divulgación son actividades muy
necesarias, ya que, en México, aún no es reconocido social e institucionalmente
el papel fundamental que juegan las comunidades campesinas en la conservación
de recursos naturales in situ. Muchas veces los saberes campesinos, los
sistemas agroecológicos tradicionales y las biodiversidades locales son invisibles
ante los ojos institucionales por considerarse poco relevantes para el
desarrollo económico, sin tomar en cuenta que la agricultura industrial ha
contribuido al desgaste genético del sistema alimentario mundial, repercutiendo
también en los grandes problemas ambientales (contaminación de agua, pérdida de
suelos, calentamiento global, etc.) que ponen en peligro no solo a las
variedades de maíces, sino a la gran diversidad agrícola y biológica de las
localidades rurales, disipando una multiplicidad de conocimientos humanos
acumulados
Bibliografía:
Boege
Schmidt, Eckart (2008): El patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de
México. Hacia la conservación in situ de la biodiversidad y agrodiversidad en
los territorios indígenas. México, D.F.
Hers,
Marie-Areti; Mirafuentes, José Luis; Soto, Maria de los Dolores; Vallebueno,
Miguel (eds.) (2000): Nómadas Y Sedentarios En El Norte De México: Homenaje a
Beatriz Braniff. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO; Instituto de
Investigaciones Antropológicas; Instituto de Investigaciones Históricas;
Instituto de Investigaciones Estéticas. México.
Kato
Yamakake, Takeo Ángel; Mapes Sánchez, Cristina; Mera Ovando, Luz; Serratos
Hernández, José; Bye Boettler, Robert (2009): El origen y diversificación del
maíz. Una revisión analítica.
Rebolledo-Morales,
Adolfo (2024). Diversidad de maíces nativos de la comunidad Warijö “El Majoy”,
en la Sierra Tarahumara
Solis,
Felipe (1998): La cultura del maíz. México: Clío
Tuan,
Yi-Fu (2007); Topofilia. Un estudio de las percepciones, actitudes y valores
sobre el entorno. 1era ed. Barcelona: Melusina.
[1] También llamado
guarojío o warihó, significa “gente”. Es un pueblo indígena reducido que habita
en el sureste Sonora y una parte del suroeste del estado de Chihuahua (INPI,
2024).
[2] Pueden revisar el
artículo que publicaron aquí: https://www.researchgate.net/publication/380571467_Diversidad_de_maices_nativos_de_la_comunidad_Warijo_El_Majoy_en_la_Sierra_Tarahumara
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