Mujeres en la industria de los destilados en Chihuahua: guion escrito por Mercedes Macuitl para la mesa panel en el IV Coloquio Internacional Palimpsestos


Nota introductoria: El 14 de noviembre del 2023 se llevó a cabo la mesa panel “Mujeres en la industria de los destilados en Chihuahua” en el marco del IV Coloquio Internacional Palimpsestos, realizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. La mesa fue coordinada y dirigida por Ma. Mercedes Macuitl Ramírez, con quien he podido estrechar una gran amistad a partir de nuestras inquietudes sobre la comida, el sotol, la lechuguilla y sus vínculos innegables con prácticas políticas y sociales. En la mesa participaron Nohema Ortega y Nohely Derma, de Cd. Aldama y Patricia Fernández de Cd. Madera, mujeres sotoleras del estado de Chihuahua, quienes compartieron sus experiencias como personas que inciden de manera fundamental en la vida social del sotol dándole significados, movilizándolo y posibilitando su materialización desde su trabajo cotidiano como miembros de una familia productora. Al finalizar, le pedí a Mercedes que me compartiera el guion que elaboró para publicarlo en este blog, pues hubo acciones valiosas alrededor del evento que provocaron el diálogo y propiciaron el testimonio; generaron un espacio de convivencia afectiva que estrechó relaciones humanas tejidas por la empatía de mujeres que muchas veces no son reconocidas por su trabajo por desarrollarse en espacios masculinizados. Mi intención de publicar las palabras de Mercedes es visibilizar a la empatía como una forma afectiva que nos permite accionar políticamente en la generación de espacios para la provocación, la incidencia, el diálogo, la reflexión y, sobre todo, para continuar tejiendo relaciones de solidaridad y apoyo con otras mujeres con las que compartimos retos y dificultades por nuestras formas de ser “mujer”. Debo decir, que hay aún, un profundo silencio referente a las voces de Nohema, Nohely y Paty, cuya participación no está incluida en este texto y que tampoco voy a reseñar, ni parafrasear. En cambio, asumo a Bocanadas del Norte como un espacio abierto al diálogo y la reflexión continua donde seguiremos generando intercambios y testimonios sobre su trabajo y el de otras mujeres que están detrás de estas bebidas; como de Norma y Aracely Fernández, de sotol Fernández; Martina Peña de sotol Tres Pilares; Azucena Fernández y Domitila Coronado de sotol Las Potrancas; Reyna y Cintia Torres de lechuguilla El Manzano; Hilda Torres y Concepción Rodríguez de lechuguilla Omáwari. Mujeres que desde distintos espacios y acciones posibilitan que haya sotoles y lechuguillas artesanales en nuestras alacenas a través de su arduo trabajo.

F. Bujaidar


Fotografía 1. De izq. a der.: Nohema Ortega, Mercedes Macuitl, Patricia Fernández y Nohely Derma. Autoría: F. Bujaidar.

"Buenas tardes a todas las personas que estamos aquí, hoy, reunidas en torno al IV Coloquio Internacional Palimpsestos, 2023. Perspectivas del Norte de México. Quiero agradecer a la Universidad Autónoma de Chihuahua, a la Facultad de Filosofía y Letras, y a quienes hacen posible este espacio. Agradezco al Dr. Vladimir Guerrero Armendáriz, a las y los investigadores que, junto con él, confían en nosotras para esta mesa de diálogo.

Gracias, a las mujeres del sotol, que me acompañan para compartirnos sus saberes, Nohema, Paty, bienvenidas. Last but not least, quiero agradecer, a una persona, que considero llegó con fuerza a poner sobre la mesa temas, respecto a los destilados, que nos son de importancia social, cultural, y de riqueza investigativa lingüística, histórica, etc. Quiero, con especial afecto, dedicar estas breves reflexiones, a mi amiga, la doctorante Faridy Bujaidar, quien ha sido mi gurú de los destilados, en Chihuahua. A ella le debo aprendizajes significativos. Desde aquel día que me llevara a conocer la cooperativa de 5 maestros sotoleros, en Potrero del Llano, allá en el desierto de Aldama, mi relación con los destilados chihuahuenses se ha estrechado, en correspondencia con mi tradición culinaria poblana, que he propuesto en este territorio norteño que me recibió hace 16 años.

Bienvenidas todas y todos.

A manera de epígrafe, comparto este fragmento que leí en, Bocanadas del norte, blog dedicado a la exploración de los destilados chihuahuenses, desde distintas aristas y miradas. Cito:

“Esta narración nos impulsa a indagar sobre los vínculos entre las experiencias de oler y saborear, con la construcción de significados, afectos e identidades en Chihuahua” (López, Carlos, 2021).

Voy a presentarme brevemente. Me llamo María Mercedes Macuitl Ramírez. Originaria de Puebla capital. Tengo 40 años. Egresé del posgrado de humanidades y actualmente tengo un proyecto de cocina tradicional poblana, Macuilli, donde rescato tradiciones gastronómicas o saberes que me son cercanos y de valor. Esa cocina ha provocado que mis intereses de investigación se nutran, se diversifiquen, se confronten y se conformen entre sí. Y ha provocado también el encuentro entre personas dedicadas a la producción de destilados en Chihuahua, lo que nos convoca aquí. En particular hoy con el tema “Mujeres en la industria de los destilados en Chihuahua”. Debo acotar, qué, más que una charla de emprendimiento con mujeres en la industria, este invita a un diálogo cálido, entre mujeres que compartirán con nosotras, un fragmento de su cotidianidad en torno al sotol artesanal chihuahuense.

Quiero hacer preguntas a nuestras invitadas, éstas buscan que ellas nos expresen sus perspectivas y saberes, las prácticas como mujeres en un entorno agreste como ha sido, y es, el de los destilados. Me hubiera gustado contar con una mujer de la lechuguilla, que, por razones laborales, no pudo acompañarnos. Así que le envío un afectuoso saludo, a nuestra amiga, Hilda Torres, de lechuguilla Omáwari. Nombrarla, es un acto de reconocimiento, a sus aportaciones en torno al destilado “lechuguilla” artesanal que su padre, hermano, tíos y primos, realizan en Batopilas. Su trabajo como promotora, le vale el respeto de productores e intermediarios. Hilda porta con orgullo su tradición lechuguillera. Me consta que al igual que Nohema y Paty, es atravesada por las complicaciones que se sortean en este sistema y del que salen siempre fortalecidas. Palabras como amor, origen, infancia, tradición, artesanal, memoria, familia, legado, herencia, preservación, entorno, identidad, representación, prácticas cotidianas, narrativa, discurso, lectura, saberes, conocimiento, práctica, entorno, tierra, contexto, son algunas de entre muchas otras que hemos enunciado, digo hemos, porque han sido ya varias las charlas sostenidas, entre personas interesadas en este universo cuasi espiritual de los destilados chihuahuenses, de los artesanales, de las familias productoras que están saliendo a la luz pública, impulsados por este auge comercial que experimentamos.

Charlar con Nohema y con Paty, nos permitirá un diálogo directo que espero, sea detonador de muchas exploraciones, acercamientos e intereses entre quienes aquí nos encontramos, que nos permite vislumbrar esa singularidad que conforma a las dos marcas que hoy nos acompañan. Quiero iniciar con Nohema Reyes.

Nohema, gracias por venir. Le pido por favor, que se presente. Cómo se llama. De dónde es. A qué se dedica y cuál es la marca de sotol que representa.

Visitar el campo, conocer a las familias, convivir, comer con ellas. Entendernos a través de la cocina, el trago, la charla. Dialogar con ellas, ha sido un regocijo, además de la representación en la que me he reflejado y me ha permitido reconocerme en ellas, en ustedes. Cada una, contribuye al desarrollo de sus marcas. Por su lado, Nohema, como madre de familia y compañera del maestro Salvador Derma, teje con él y su familia, con su hija, esta posibilidad de seguir destilando sotol, además de combinarlo con la ganadería y la agricultura. Las mujeres, en las familias productoras, tienen un rol de pilar, ya sea como Nohema, o como Concepción Rodríguez, de la familia Torres, productores de lechuguilla en Batopilas. Quienes no sólo acompañan a los maestros en su labor durante el proceso de destilación, sino que conforman un universo de cuidados, que incluyen alimentación, salud, vestimenta, etc., haciendo posible la existencia de los sotoles tradicionales. Son mujeres que expresan el confort de casa, el calor de hogar. Los hombres sotoleros también cocinan, no vamos a decir que no, pero mayormente trabajan incansablemente en el campo, distanciados por varios días de casa, sin telecomunicaciones que funcionen de forma inmediata.

Nohema, quiero preguntarle: ¿cómo conoció el sotol? ¿cuándo conoció el sotol? ¿quién le presentó el destilado? ¿usted toma sotol? ¿qué representa el sotol para usted? ¿cómo definiría su rol dentro de o la tradición que vive como mujer sotolera? En contraparte, sus hijas e hijos tienen roles más activos y de exposición, como el caso de Paty, o como Nohely Derma, que tiene un papel cada vez más presente en la marca de su familia.

Paty, puedes responder las mismas preguntas que Nohema ¿cómo conoció el sotol? ¿cuándo conociste el sotol? ¿quién le presentó el destilado? ¿usted toma sotol? ¿qué representa el sotol para ti? ¿cómo definiría su rol dentro de la tradición que vives como mujer sotolera?

Reconocerme ha sido una tarea constante desde que llegué a vivir a este norte. Al principio me resultó muy complejo identificarme con esta nueva vida. Todo lo que me era familiar, no estaba presente. Poco a poco y gracias a muchas mujeres, principalmente, me ha sido posible conocer lugares, personas, realidades, con ello, aprender, comprender, encontrarme con aquello que sí me era familiar, el campo, las mujeres en la cocina, las recetas, los sabores y saberes que se leen en esos espacios. El conocimiento que encontramos en las familias productoras de destilados en Chihuahua es necesario para sostenernos humanamente. La forma en que leen las plantas, flores, vientos, animales y sus movimientos, es herencia viva de lecciones transmitidas gracias a la oralidad, la observación, la calma.

Ahora quiero pedirles a las dos que nos cuenten un poco, desde las actividades que desarrollan en relación con el sotol ¿cuál es la importancia de mantener viva la tradición de destilación artesanal del sotol? más allá de la economía, que no necesariamente ha sido sostén en un inicio. Al contrario, han enfrentado adversidades y complicaciones. ¿por qué seguir preservando la destilación artesanal de sotol?

He visto a Nohema, involucrada directamente en el desarrollo del sotol de víbora, en un rol de investigación, en cuanto a las propiedades que pueden obtenerse de los sotoles que tienen propiedades curativas. He visto a Paty ir dándole forma a su marca. Cada una desde su lugar, y desde su forma de participación.

Esperando abrir una charla con las personas que nos acompañan. Quiero preguntarles por último ¿qué esperan para las mujeres del sotol en el futuro? ¿cuál consideran que será el papel que tomarán? o ¿cómo las visualiza a mediano y largo plazo? desde su experiencia estos años.

Hay en el mundo de los destilados artesanales y la cocina tradicional, espacios compartidos, un cimiento, una estructura, una pequeña comunidad, red, familia, que porta con orgullo sus saberes. Estas redes salvaguardan conocimientos, bastante generosos sobre el campo, la destilación, la alimentación. Acercarse a las familias productoras, trazar los caminos hacia ellas, no sólo de destilados, sino de todo aquello que consumimos, nos trae beneficios en distintos niveles. Hablar de las mujeres del sotol, es fundamental si queremos preservar la tradición, en ellas se guarda el sustento".

Fotografía: Panelistas acompañadas de dos estudiantes de la Facultad de Filosofía y letras. Fuente: Página de Facebook de la FFyL de la UACH.

Mercedes Macuitl Ramírez 

Chihuahua, Chih. a 14 de noviembre de 2023

 

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